Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)

Chapter Capítulo 44



Capitulo 44

Afortunadamente, Fernando no tenia intencién de hablar con ella.

El rostro de Fernando incluso se veia solemne al sentir que debia ignorar a la
mujer. La mujer poco a poco le estaba haciendo perder el control de si mismo.
Después de perder el control y besar a la mujer ayer, se quedo inquieto toda la
noche. Casi nunca habia reaccionado de esta manera antes. Reflexiond
inquieto, haciéndolo sentir como si la noche nunca terminarfa.

Se acost6 en la cama pensando en el sabor de los labios de la mujer cuando lo
besé en la suite presidencial. Ella sabia deliciosa.

Sin embargo, no cambié el hecho de que ella era una mujer intrigante. ¢Cémo
podia querer tener algo que ver con una mujer como ella? Fernando se quedé
en el ascensor en completo silencio.

La puerta del ascensor se abrié cuando llegé al piso 10 de Alta Costura JK.
Sabrina rapidamente agarré su bolso y salié corriendo del ascensor. Se fue tan
rapido como un conejo y estaba aterrorizada de que Fernando perdiera los
estribos. Corrié todo el camino hasta la recepcion antes de marcar y se detuvo
para recuperar el aliento.

La recepcionista le dio un paquete a Sabrina mientras atin estaba recuperando
el aliento. “Milisegundo. Bracamonte, hay un paquete para un disefiador.

¢ Puedes llevarlo a tu departamento?

Sabrina inmediatamente tomo6 el paquete y fue a la oficina de Carol sin pensarlo
dos veces. Carol era una disefiadora de pleno derecho y una empleada senior,
por lo que tenia una oficina.

Sabrina llamo a la puerta, pero nadie respondio. A esta hora del dia, la mayoria
de los empleados deberian estar de vuelta en la oficina después del almuerzo.
¢Por qué la oficina de Carol estaba vacia?

Sabrina pensé que Carol debia haber salido por negocios.

Sabrina colocé el paquete en su escritorio con la intencién de entregarselo

a Carol més tarde cuando regresara.

Sin embargo, olvidé lo mala que era Carol con ella.

20 minutos después de haber comenzado a trabajar después de colocar el
paquete en su escritorio, Carol volvié y vio a Sabrina trabajando

diligentemente en su escritorio.

Miré a Sabrina siniestramente por celos. Caminé hasta la recepcién y buscé
deliberadamente su paquete.

Como la recepcionista y Carol eran amigas, mir6 a los disefiadores que
caminaban y dijo: “Ya lo coloqué en su oficina“.

Carol la saludé antes de dirigirse a la oficina y fingié buscar el paquete.
Después de que no pudo encontrar el paquete en su escritorio, les grit a sus
colegas: “¢ Alguno de ustedes ha visto mi paquete? Los articulos en el interior
son muy caros. Contiene accesorios de cristal valorados en mas de $1500 que
mi cliente necesita con urgencia®“.

“¢ Eh? ¢ Falta tu paquete? pregunto alguien preocupado.

“¢Se lo robaron? Después de todo, esos son accesorios muy caros de los que
estamos hablando*.

“¢ De verdad crees que alguien los rob6?”

Todos hablaron de eso uno tras otro. En el momento en que Sabrina se enteré
de la discusién desde su rincon, miré el paquete en su escritorio. antes de
finalmente darse cuenta de que la acusaban de robo.

Sabrina fue demasiado descuidada.

Desde que Carol intenté meter a Sabrina en problemas, deberia haber levantado
la guardia. Si no daba un paso al frente con el paquete de Carol ahora, no habia
manera de que pudiera explicar por qué el paquete estaba con ella.

Sabrina contemplé mientras daba un paso adelante y decia: “Tengo tu paquete.
Lo envié a tu oficina antes, pero no estabas. Me preocupaba que me lo robaran,
asf que lo dejé en mi escritorio esperando que regresaras®.

En el momento en que Sabrina termind de hablar, los disefiadores que hablaban
en voz baja se giraron para mirarla en estado de shock.

Se sentia como si no le creyeran.Books Chapters Are Daily Updated Join & Stay
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¢Quién pondria el paquete de otra persona en su escritorio?

“¢ Tomaste mi paquete?” Efectivamente, Carol comenz6 a acusar a Sabrina:
“Debes haberlo robado, ¢ verdad? ¢Sabes que los accesorios alli no tienen
precio?

“Yo no hice nada por el estilo. Si no me cree, puede preguntarle a la
recepcionista®, respondié Sabrina con confianza.

“Por supuesto.” Carol estaba esperando que Sabrina dijera eso. Carol mir6 a la
recepcionista y pregunté: “Donna, ¢le diste mi paquete?.

Como Donna estaba al tanto del plan, intervino: “Ciertamente no. ¢Por qué le
daria tu paquete a otra persona?

Sabrina fue acusada de robar el paquete tal como esperaba. Sabrina miré a
Donna y Carol en estado de shock. Lament6 profundamente haber sido
descuidada con Carol.

¢Co6mo iba a limpiar su nombre ahora


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